Además de ser un anuncio completamente sexista, fomenta la cultura de la violación. Una mujer atractiva, agarrada por las muñecas sin opción a moverse, rodeada por cuatro hombres, mirando con placer, como su capacidad de reacción queda reducida a nada.
Lo peor, Dolce Gabanna decidió no publicarse más en España porque cree que los españoles son carcas y no saben entender el “arte”.